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Los daños colaterales de “la calor”: ni Thom Hogan es inmune.

Yo, en verano, lo llamo «el maligno».

Sin duda las terribles e inhumanas condiciones ambientales de estos días tienen su repercusión cerebral pues las neuronas empiezan a hervir y desconectan sus sinapsis para conectarse aleatoriamente de cualquier forma cada pocos segundos. Los resultados, como no cabría esperar de otra manera, son totalmente desconcertantes y singulares y pueden ir desde un descubrimiento merecedor de un premio Nobel a una autentica burrada digna de un político.

Será el agudo lector el que valore a que clase pertenecen estos dos calenturientos ensayos poéticos del que en condiciones normales: por debajo de 20ºC y 50% de HR, sería la entidad que conocemos como Thom Hogan.

Tema 1: el punto 3, sin duda, la liturgia del acto fotográfico.

Tema 2: como paisajista con 4 ó 6 tengo bastantes.

adolfo

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