
Yo me la pido, la pruebo, y luego ya os digo.
Una terrible decepción y un desconsuelo inconsolable es el que he tenido al ver que la Fuji GFX 100 II se ha quedado a las puertas del cielo pero no ha merecido un lugar en el Olimpo de los Dioses. Ay, ay, ay, Sr.Fuji, no solo hay que hacer méritos propios, hay que cuidar el tema de las cajas de bombones porque si no pasa lo que pasa: calidad de imagen 5/5 pero solo altamente recomendable, no “essential”.