No es la primera vez, y seguramente tampoco la última que hablamos de este software.
No es por nada, pero a mi meter el dedo en el ojo hasta que le salga por la nuca a mi amigo Shantanu Narayen es algo que “me pone”, y por ello cualquier intento de hundirlo en la Fosa de La Marianas de camino al 10º Circulo del Infierno que siguen construyendo para él me parece admirable.
Abode, la alternativa a Adobe que ha recaudado más de 200.000 euros en Kickstarter