– el color castizo de todas las Españas –
Pues que queréis que os diga, para mí una fotografía en blanco y negro es una fotografía en blanco y negro, y más si es antigua. En si misma encierra su propio valor. Colorearlas me parece una violación de su intimidad, casi un sacrilegio. Pienso que no aporta nada, por muy artística y delicada que sea la técnica de coloración. Lo mismo pasa con las películas: os imagináis Casablanca, La lista de Schlinder, o El Jovencito Frankenstein en color?
Old Photographs Brought to Life With the Latest Colorization Techniques
Photographs taken over 100 years ago can appear like a foreign country, but the people in those photos did not experience the world in black and white.
Fotografías antiguas que cobran vida con las últimas técnicas de coloración
Las fotografías tomadas hace más de 100 años pueden parecer un país extranjero, pero las personas en esas fotografías no experimentaron el mundo en blanco y negro.
(Eso es verdad, pero no estamos hablando de eso)
Por alusiones:
Viene a ser, a mi (poco) juicio, como agarrar las estatuas griegas y pintar sus labios de rojo, y dar colorete en las mejillas.
Si es que, ¡Se les ve muy grises!
(Es ironía, lógicamente), no estoy seguro de que el autor hubiera escogido el color o, de haberlo escogido, hubiera mantenido dicha composición.
El cine nos dió «Mad Max: Furia en la carretera», en versión dual, color y b/n, que es esta, a mi juicio, la versión más impactante.
Por lo que tengo leído, las estatuas griegas y romanas sí que tenían colores, pero se perdieron con el paso del tiempo. Hay gente estudiándolo, y recreando cómo se verían originalmente con los colores. Lo cierto es que se ven muy raras, perdiendo su blancura inmaculada, pero es por “ignorancia” nuestra. (Haciendo una búsqueda en internet se pueden ver páginas serias hablando de ello). Y sin ir más lejos, cuando se restauró el Pórtico de La Gloria, en Santiago, se recuperó la policromía, a pesar de que la imagen que teníamos era la de esculturas de piedra, con el color de la piedra.
Otra cosa es coger una foto hecha en blanco y negro y colorearla. Aunque también es distinto colorear una foto familiar, que se hizo en blanco y negro porque era la única técnica que se podían permitir, que colorear una foto hecha en blanco y negro con toda la intención de hacerla así…
Le tengo bastante manía a esa… ¡manía!, de colorear fotografías originales en blanco y negro, y especialmente si no son propias. Opino como Adolfo. ¡Qué prostituta… manía.
El paso del tiempo ha provocado que construcciones y pinturas hayan podido perder el color. Hay pórticos románicos que en su día mostraban colores, y puede que hasta chillones; la percepción actual es diferente porque el humo de las velas de los lugares de culto o el efecto de la luz ha modificado o eliminado colores y nos puede parecer que lo que vemos hoy es el aspecto original. Del mismo modo si se trata de mostrar una realidad temporal la vista en blanco y negro no es natural y en muchos casos el trabajo en blanco y negro fue la elección por ser accesible y barata. No es lo mismo un documento histórico que otro tipo de documento. Yo entiendo que se pueda colorear una imagen de la misma manera que se mejora el color cuando el paso del tiempo ha afectado a sus colores. En lo demás nunca me han gustado las películas coloreadas. Pero recuerdo las carteleras de cine de mi niñez, cuando poner fotogramas de escenas era habitual y recuerdo perfectamente que esas estampas no estaban impresas en color porque era caro. Eran copias en blanco y negro un poco burdamente coloreadas a mano.
Qué tal.
El el foro de DPreview, en el apartado de retoque, aparecían de vez en cuando invitaciones para colorear fotos antiguas, desde actrices del Hollywood clásico a fotos familiares de principios de siglo. Y había auténticas exquisiteces, trabajos delicados que nada tienen que ver con pasar una foto en blanco y negro por la cutre aplicación para colorear de turno.
Así que, como en casi todo, mi opinión sobre el tema es que… depende.
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