Como yo en otra vida fui audiófilo esta “app” me ha llenado de nostalgia.
Cuando apareció el CD un grupo de amigos íbamos de excursión por las tiendas audiófilas de Barcelona constatando para nuestra sorpresa que el nuevo soporte, es verdad, no tenía ruidos pero sonaba bastante peor que un buen vinilo o magnetofón de cinta abierta, siempre que la grabación fuera buena.
Fue entonces cuando descubrimos que los cables también sonaban y que además tenían sentido de orientación. Fue cuando descubrimos el SACD y el DVD Audio con muestreo a 32 bits y frecuencia de 192 Khz. Fue cuando descubrimos que hay conversores y CONVERSORES. Fue cuando descubrimos el sonido suave y el caliente, los transistores, los mos-fet y las válvulas, los amplificadores rápidos y los tranquilos. Fue cuando descubrimos las pantallas electrostáticas y los subwoofers Hihg-End.
- Yo he oído cosas que vosotros no creeríais, a los Eagles y Erik Clapton en un glorioso Hotel California en un equipo de 25 millones de ptas en el 85, a un Carmina Burana con pantallas electrostáticas donde podías señalar con la mano a todos y cada uno de los cantantes del coro, una Suzanne Vega cantando “a capella” donde tuvimos que levantarnos todos para ver si no estaba en persona detrás de los altavoces, una grabación en cinta abierta de Josep carreras (cuando aún tenía voz) en la que parecía que estabas dentro de sus cuerdas vocales, he oído Jam sesión como las de Jazz at the Pawnshop comparando grabaciones de élite en vinilo y en CD.
- AudioReference, Werner, y AudiNewConceps nos acompañaron en nuestras búsquedas. Nunca nos pudimos permitir nada pues las Leicas M eran gangas comparado con ese mundillo, pero aprendimos un montón y disfrutamos mucho. Casi siempre éramos tres amigos, a veces más. Ya nos conocían en todos sitios, y nunca llegaron a echarnos.
- Todas estas cosas quedaron para siempre en el recuerdo cuando fui operado de otoesclerosis bilateral (estapedectomía) y quedaron como bonitos recuerdos del pasado. Gané en volumen, pero perdí extraordinariamente en calidad. La alta fidalidad de excepción pasó a ser un recuerdo de juventud para mi. Hablo del año 1991.
Han pasado muchos años desde entonces. La mala calidad ha quedado y el volumen ha desaparecido. Ahora estoy al borde del sonotone, la tele no la entiendo, y en una conversación que no sea cara a cara y con una sola persona me pierdo, me cierro y me aislo.
Son cosas de la edad, es verdad, pero yo en el 91 tenía 37 años, así que me he perdido muchas cosas. Quizás por eso me aficioné aún más a la fotografía desde entonces. Ahora, las cataratas incipientes hacen que esté amenazado de pasar a focal y enfoque fijo.
En realidad lo que necesito es un cuerpo nuevo, o sea, una reencarnación, y ya de paso “con posibles” para poder pasar de una puñetera vez a mirrorless.
Esta aplicación se ha convertido en mi favorita para escuchar música, y es perfecta para los apasionados del audio Hi-Fi