Si en un panel OLED el LED orgánico más difícil de conseguir, el que menos rendimiento tiene (un 25%) y el que más se degrada es el AZUL, ¿por qué los modernísimos paneles QD-OLED de Samsung utilizan una pantalla orgánica totalmente azul para luego ponerle delante un milagroso panel cuantico pasivo que convierte la luz azul en roja y verde para sí tener una pantalla OLED con su negro absoluto y además un brillo que rivaliza con el sol?
Comprendo que ante una pregunta de semejante impertinencia la reacción más lógica es huir despavorido en busca de protección, pero estoy seguro que alguien tiene algún cuñado que trabaja de investigador en Samsung y nos puede ilustrar.
No está de más pasar por aquí primero:
Si buscas un televisor prémium pero no te acabas de decidir, este de hasta 77 pulgadas es uno de los más soberbios y completos del año
No me defraudéis y buscad al cuñado perfecto.
¿Tal vez es que la pantalla “azul” no es de LED’s orgánicos sino de microLED’s normales? Entonces, ¿A qué viene lo de OLED? ¿Son orgánicos los cristales cuánticos que componen el panel que cambia los colores?
Alguien lo tiene que saber.