Buenísimo, oiga, carísimo, oiga.
Sé que me repito más que un batido tibio de ajo, pepino, sal y perejil, pero es lo primero que acude a mi limitada segunda neurona cuando veo cosas así.
Descubra o valore el agudo lector el tamaño, volumen, peso y calidad de las chocolatinas que ha recibido el becario probador para calificar a un objetivo que ha obtenido un 4 sobre 5 en calidad de imagen (flojillo para los baremos de esta WEB) como altamente recomendable.
Estoy convencido de que por las fechas en que nos encontramos lo que habrá recibido es una cesta con un surtido variado de Torrons Vicens d’Agramunt coronada por una gloriosa botella de Aceite Virgen Extra de Karlos Arguiñano. Si, no hay otra explicación.
El infierno está lleno de personajes que vendieron su opinión, su conciencia y su alma por un plato de lentejas. Yo no lo haría nunca. Jamás por un plato de lentejas. Lo mío sería algo más sutil y sin duda no tendría espejo.
- PB: conclusion
- PB: conclusión
- PB: galería (con la Sony ZV-E1: para que no se note mucho)
