El 135 no esta muerto, solo está muy mayor.
– alegoría –
Hoy no solo no es lunes sino que tampoco es primero de año. Primero de año fue ayer y lunes también fue ayer, pero nadie trabajó en el mundo, así que hoy, mientras iba buscando algo que contaros y no encontraba nada, justo antes de entrar en hyper-desesperación, entro en el Blog de Valentín y me encuentro que no solo me ha salvado los muebles sino que además nos cuenta una historia de lo más interesante.
Alguna vez he dicho por aquí que Valentín es un pozo de ciencia. Pues no, os he engañado bellacamente, no es así. Valentín es una sima sin fondo de ciencia.
¿Queréis una prueba?, es muy sencillo. Ahora mismo lo veréis.
- Probad a pensad algún artículo que haya escrito nuestro querido profe con el que no hayáis aprendido alguna cosa, aunque sea un poquito. A mí no se me ocurre ninguno.
- Como contrapartida pensad en alguno de los 32.000 post que he escrito yo en toda mi e-historia del que hayáis aprendido alguna cosa. A mí no se me ocurre ninguno.
Queda clara la diferencia, ¿no? Pues eso. Gracias Valentín y muy feliz año.
Este artículo me ha hecho revisar las fotos que se hicieron (y nos hicieron) mis padres, en formato 120, con una cámara de la que no queda ni el recuerdo.
La definición es pésima, en las fotos de grupo, de pésima pasa a peor. Las caras son apenas borrones.
Incluso fotos de estudio, realizadas por un profesional, se ven (arte aparte), desvaídas y poco nítidas.
Creo que hemos ganado en calidad de la reproducción del instante social. En nitidez y detalle, incluso un teléfono normalito se defiende mejor que aquellas cámara de «press and pray».
Hombre, una 6×6 daba y da bastante detallito. Y si hacías blanco y negro quedaba todavía más detallado por el uso de ampliadora de condensador sin difusor.
Yo creo que te entiendo pero si alguién que no ha usado esos equipos te lee va pensar que eran todo fotos borrosas.