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Perdóneme padre porque he pecado: me he pasado al M43 – que si, que si, que lo digo en serio.

No hay perdón para mi.

En tiempos remotos, cuando mi equipo era una Canon EOS-5 y un para mi fabuloso EF 28-70F2,8L USM, murió el abuelo de mi mujer. Él dejó dicho a la abuela que les diera a sus dos nietos, mi mujer y mi cuñado, un dinerito que tenía ahorrado para ellos. No recuerdo cuánto dinero fue, pero me ronda por la cabeza que fue sobre las 100 mil pesetas o quizás algo más.

Como por aquellas fechas ni mi mujer ni yo teníamos ningún gasto importante previsto ni tampoco deudas, mi mujer, una Santa, me dejó que con ello me comprara una Hassel, y así fue como entró en casa una Hassel 501C con su correspondiente 80mmF2,8 y una pantalla de enfoque acumate.

Eso cambió por completo mi forma de hacer fotos, tanto en blanco y negro (negativo) como color (diapositiva Velvia). Entonces era mucho más joven e iba yo por las montañas con la Hassel y el trípode y hacía fotos mucho más tranquilas y pensadas. La liturgia, que desde entonces no me ha abandonado, iba ya tomando forma.

Con el tiempo, y como yo trabajaba y ganaba unos dineritos que superaban con creces mi actual pensión, acabé comprando un 150mmF4 y un 50mmF4, ambos de Zeiss que complementaron perfectamente mi kit inicial. Aún recuerdo con nostalgia como me subía yo por las montañas con un baúl y dentro la Hassel y sus tres objetivos. Entonces podía, ahora ya no puedo ni con mi cuerpo serrano. Es la misma Hassel que murió descompuesta por mi exceso de celo y los vapores que desprendieron sus componentes tal como ya os expliqué en mi lacrimógeno réquiem: Ftc 5-10-2018

Con ella, y con los negativos 6×6 de Ilford Delta 100 o de Ilford FP4 o incluso alguno de la curiosísima Ilfor XP2, pase estupendos ratos encerrado en el lavabo de casa con una ampliadora Opemus Meopta 6, su cabezal multigrado, y los estupendos papeles varitados Ilford.

Mis fotos, como las de antes, las de ahora y las de siempre, eran y siguen siendo mediocres, pero recuerdo con mucho cariño los pases mágicos debajo de la luz de la ampliadora haciendo «dodge and burn» a veces a cuatro manos con la colaboración de mi mujer. Creo que no volvería a pasar por eso, pero en serio que lo recuerdo con mucho cariño.

Han pasado muchos años desde aquello, quizás demasiados.

Todos sabéis de mi especie de contradicción o sentimiento agridulce para dar el salto a “mirrorless”.

  • Por un lado mi condición de pensionista me hace mirar con mucho recelo un cambio de equipo sin otra excusa que cambiar de tecnología.
  • Por otra parte mi equipo actual DSLR es razonablemente bueno, sus resultados me satisfacen, me lo conozco bien y me encuentro extraordinariamente cómodo jugando con él en todas las fases de la liturgia fotográfica, desde la búsqueda del motivo hasta el revelado del RAW. Si no ocurre una desgracia y se me rompe, estoy muy a gusto con él.

En otro orden de cosas ya sabéis, porque lo he contado aquí, que mis suegros murieron una el día de Navidad y el otro el día de Año Nuevo. Han estado 70 años juntos y solo una semana separados, que se dice pronto.

Dejando penas y duelos aparte, que eso se lleva por dentro, sobre todo mi mujer porque eran sus padres, cuando arreglemos todos los papeles nos entrará un dinerito que no esperábamos. Será poco, pero será suficiente para que pierda la excusa de que la pensión no me permite transfugarme a mirrorless.

Mi mujer está totalmente de acuerdo, como pasó hace décadas con la Hassel, así que me voy a dar un gustillo.

Hay muchas maneras de plantear una cosa así, pero yo solo me he planteado dos:

1.- Cambiar completamente mi equipo actual y sustituirlo por uno mirrorless más competente. Podría ser la lista con la que os he martirizado muy a menudo.

  • Una Sony Alfa 7R V (para paisaje)
  • Una Sony Alfa 7 IV (para florecillas macro)
  • Un FE 24-70F2,8 GMaster II (para paisaje)
  • Un FE 70-200F2,8 OSS GMaster II (para paisaje)
  • Un FE 90 mm F2,8 Macro G OSS

Sin duda es un equipo más competente, pero para foto tranquila y de paisaje no me supondría un cambio enormemente significativo en calidad y tampoco aprovecharía las habilidades enfocatorias que posibilita el mirrorless y la IA.

2.- La otra posibilidad es más rompedora y si que me supondría un cambio significativo tanto en la manera de hacer como en el resultado final. Sería repetir lo mismo que hice hace décadas con película de 35 mm y dar el salto a una Hassel digital que en este caso sería una Fuji GFX.

No necesito las prestaciones que ofrece la GFX 100 II y a pesar de que el sensor es más antiguo pienso que tendré más que suficiente con la Fuji GFX 100S, mucho más barata y también de 100 Mpixels.

Igual que entonces empecé con la Hassel 501 C y el 80mmF2,8 ahora voy a empezar con la Fuji GFX 100S y el zoom GF 32-64mm f/4 R LM WR, que según Germán Pierre es de una calidad excelente, o por lo menos muy buena.

Igual que pasó entonces con la Hassel pienso que ahora iré por las montañas, sin subir a ningún sitio porque el cuerpo ya no me da, pero paseando por senderos y haciendo fotos más tranquilas y meditadas.

Es un cambio significativo, pero complementario y nada traumático, y quiero creer que saldrá bien.

He estado hablando con ellos y al final me he decidido.

  • Me voy a pasar al M43, pero no al Micro 43, sino al Macro 43, que es un pequeño matiz no desdeñable.

Desde la ilusión de un niño el día de Reyes escribo esto el 10 de enero. La semana que viene hemos quedado con Cesc Casanova y con Germán Pierre para ir a la tienda, recoger el equipo y comer juntos.

El equipo se lo llevará embalado en sus cajas Germán, lo probará hasta que se harte, y solo cuando se haya aburrido de él me lo entregará. Entonces yo intentaré ser digno de él, aprender a configurarlo y manejarlo con cariño, y procuraré que nos entendamos. A mis años y estando muy acostumbrado a Canon seguramente que me costará un poco o bastante: menús, botonadura, modos, etc……., pero espero superarlo.

Cuando haga las primeras fotos ya os contaré que tal ha ido la experiencia.

Moraleja:

Si, lo único cierto y verdadero que se saca de todo esto es que mi mujer es una Santa. Ella disfruta si me ve a mí disfrutar y sabe que a estas alturas de la vida la fotografía es de las pocas cosas que me hacen feliz, y por eso siempre me acompaña por las montañas con los libros de flores y árboles en la mochila en busca de especies que aún no tengamos clasificadas. Nunca le agradeceré suficiente su disposición hacia mí y os aseguro que si ella no me acompañara yo ni saldría de casa.

Por alusiones:

Así ha acabado mi equipo Hassel clásico: relatos de terror – historias para no dormir

adolfo

8 comentarios

  1. No veo ningún fallo en esa decisión. Yo lo hice en el pasado y mis fotografías no ha ido a peor, al contrario. Y si comparo las de APSC que tengo con las FF y con las M4/3 veo perfectamente que si hay problema no es en el formato: es en el pulso, en la oportunidad, en la luz, en las ganas, en los ejemplares encontrados…
    Mucho ánimo.

  2. Bienvenido al club Fuji GFX, Adolfo! si necesitas alguna información práctica sobre el sistema o probar algún objetivo o accesorios de los que poseo, aquí me tienes.
    Saludos!

    • «Aún recuerdo con nostalgia como me subía yo por las montañas con un baúl y dentro la Hassel y sus tres objetivos.»
      ¿Monte arriba con la mochila de un marine cargada con una cámara de gran formato, de sus vidrios, gadgets y vituallas? Me da fatiga solo de pensarlo.
      Entiendo la relación entre tamaño de sensor y profundidad de campo. El bokeh es más sencillo, y hasta mas bonito. Menos ruido en las sombras.
      Y tenemos que dar las gracias a Fuji por meter sensores enormes en cuerpos manejables.
      Hasta he encontrado una página que habla de las virtudes de un sensor grande:
      https://chamanexperience.com/fotografia/camara-de-formato-medio/
      Resumiendo: ¡mucho ánimo! Y no deje para mañana lo que pueda disfrutar hoy.

  3. Y yo me liao y pensaba otra cosa, que para tu mujer reducias el formato, toy tontito

  4. Enhorabuena por esa decisión. En el peor de los casos, tendrás que abusar de la paciencia de tu mujer y pedirle que te lleve unas cuantas baterías de repuesto en su bolso.
    Mucha salud y a disfrutar!!

  5. Felicitaciones Adolfo por tu decisión, sin duda meditada.
    Lo importante es que disfrutes con la fotografía. Un cordial saludo desde Tenerife, tanto para tí como para tu mujer, y que puedan salir muchas veces a disfrutar de la naturaleza.

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