A mi es que estas cosas me encantan. No entiendo absolutamente nada, pero siento una profunda admiración por toda la gente que ha trabajado o trabaja allí. He hablado con alguno de ellos en el Centro de Ciencias Pedro Pascual en Benasque y son gente encantadora que tienen la cabeza amueblada de “otra manera”.
La construcción del nuevo acelerador empezará en el 2038, así que es muy posible que ni lo vea empezar y seguro que no lo veo acabado. Es por eso que he puesto una nueva clausula en mi testamento que más o menos dice así:
Es mi deseo que el nuevo colisionador sea probado con los políticos, cuantos más mejor. Se trata de introducir a un político en cualquiera de los detectores que se construyan. Se le sienta en una silla de plástico (para que no interfiera con los potentes campos magnéticos que habrá por allí) y se le hace abrir la boca. El haz de partículas acelerado a una energía de 100 TeV se hace incidir justo en medio de la boca y se analizan los resultados. Nadie duda que un político está hecho de materia oscura, así que podrá descubrirse la interacción con la misma dando luz a tan oscuro desconocimiento. Esa es mi voluntad. Que así se escriba y así se cumpla. Amén.
El Futuro Colisionador Circular del CERN costará 20.000 millones de euros. Nos puede salir barato