
Pero que cosa más buena.
Hala, ahí tenéis la excusa perfecta para dejar de pensar en cómo Feijóo, todo bondad él, también tenía pensado amnistiar a Puigdemont siempre que viniera de rodillas a pedirle perdón y postrado lo adorase.
Las acrilamidas son el gran problema de las patatas fritas. Un equipo de investigadores tiene la llave para solucionarlo
Reflexión galante:
Habrá que rediseñar las puertas giratorias para que cuando Sánchez finalice su mandato pueda pasar por ellas. Él cabría, pero su EGO no.