– logo pecador –
La Santa Madre Iglesia Católica y el Catecismo que todos nos tuvimos que aprender en remotos tiempos decía que los pecados capitales (porque generan otros pecados y vicios) son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, y la pereza.
El agudo lector de este Blog no tardará ni un picosegundo en adjudicar que peado va asociado a este software.
This App Intelligently Deletes Duplicate Photos, Tidying Up Storage
As cameras get faster and storage gets cheaper, it is all too easy for photographers to shoot everything, delete nothing, and find themselves struggling in an endless sea of photos. That’s where Peakto’s new centralized deletion feature comes in.
Esta aplicación elimina de forma inteligente fotos duplicadas y ordena el almacenamiento
A medida que las cámaras se vuelven más rápidas y el almacenamiento se abarata, es muy fácil para los fotógrafos fotografiar todo, no borrar nada y encontrarse luchando en un mar interminable de fotografías. Ahí es donde entra en juego la nueva función de eliminación centralizada de Peakto.
Aviso a navegantes:
¿Es o no es el Sr.Adobe la mano izquierda de Satanás por su invención de la Insatiable Insert Coin Continously Creative Cloud?
La aplicación, que está disponible para macOS, se integra con las principales aplicaciones de edición de fotografías, incluidas ON1, Capture One, Lightroom Classic y CC, Photos, Luminar, DxO PhotoLab, DxO PureRAW, Pixelmator e incluso Apple Aperture. También funciona junto con una cuenta de Instagram conectada.
Peakto está disponible con una prueba gratuita de 15 días desde el sitio web de Cyme . La aplicación también está disponible como descarga gratuita desde Mac App Store , aunque incluye compras dentro de la aplicación. Una suscripción mensual cuesta $10 por mes, mientras que un plan anual cuesta $60 por año.
Nota tonta pero teológica:
En este punto el agudo lector podrá plantearse un debate intelectual de primera magnitud preguntándose qué pecado capital es el más grave. Yo, en mi corta experiencia de 70 años, pienso que todos ellos son interesantes, pero depende de la circunstancia, el momento y el lugar. Pero no me hagáis caso, yo soy muy cortito en estas cosas. Cuando mis queridos Hermanos Maristas en mi más tierna infancia me explicaban que los enemigos del alma eran tres: el mundo, el demonio y la carne, no sabía muy bien a que atenerme. A mi de pequeño no me gustaba la carne y prefería con mucho el pescado, y pensaba que igual sería por eso. Luego, ya más mayorcito y cuando pude votar, me apercibí que la cosa iba por otro lado. Ya dije antes que la Teología no era lo mío.
