En este ensayo poético de título francamente simpático y de nuestro supergurú supernikonista transmutado en metafísico de guardia el ponente nos expone su convencimiento de las enormes aportaciones que el video en cámaras de foto a aportado a las cámaras de foto para foto fija.
Destaca que las enormes capacidades de procesamiento disponibles actualmente en las cámaras junto con un flujo continuo de datos desde el sensor, eso es más o menos el video, permite prestaciones impensables hasta ahora directamente en fotografía fija. Es interesante porque además es verdad.