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¿Qué es el “efecto trapo”?: no lo sé, pero existir existe – el ponente soy yo y la cosa creo que tiene su moderado interés.

TAC craneal del ponente: acabáramos.

Nota del ponente:

Por la presente autorizo a todo lector de lo que sigue a continuación a considerarme como un visionario excéntrico al que le faltan varios tornillos y que solo ve alucinaciones y fantasmas.

Empiezo:

Ya os conté en episodios anteriores que cuando hace muchos años “pequé” con la compra de mi Hassel 501 CM, al revelar y hacer copias caseras en el lavabo de casa en las copias de la Hasselblad, aunque solo fueran de 30×40, notaba una textura especial, como más sólida (yo lo llamaba “efecto trapo”). Las copias de paso universal también quedaban muy bien a 30×40, pero no tenían esa textura, eran como más “livianas”, no sé explicarlo mejor. Es como si la cantidad de información que tenía el negativo de 6×6 diera una textura más “solida” que la de un negativo de 24×36. Naturalmente la ampliación de uno y otro para dar una copia de 30×40 es distinta, pero tampoco tan diferente.

Pues bien, ese “efecto trapo” también se da en digital y me lo ha puesto de manifiesto los 100 Mpixels de mi nueva maquinita, la Fuji GFX 100S.

Vista la imagen en pantalla completa y aunque sea solo un monitor de 24” y resolución HD la imagen se ve perfectamente matizada, sólida y consistente, y casi da la sensación de 3D, es como si tuvieras una ventana abierta y estuvieras mirando por ella.

La pones al 100% y, oh milagro, se ven hasta los detalles más pequeños con muchísima nitidez. Eso es esperable, pero lo anterior es sorprendente. Germán Pierre también lo ha apreciado en sus pruebas y está de acuerdo conmigo.

Pues bien, ese extraño fenómeno ha quedado más patente aún al intentar ver mis fotos por la tele, convertidas a JPG con Photoshop. Mi tele es una LG OLED de 55” 4K que si la emisión es buena se ve la mar de bien.

Sorprendentemente la mitad de las imágenes se veían perfectamente pero la otra mitad la tele no era capaz de mostrarlas: hice varias pruebas y no dependía de nada coherente: ni tamaño del fichero JPG ni tampoco (aparentemente) de las dimensiones de la imagen pues había recortes 4:3 (algunos pequeños recortes en los bordes), 3:2, 16:9 y 1:1. Curiosamente de las JPG directas de cámara no podía mostrar ni una. De las JPG generadas por Photoshop a partir de los TIFF mostraba la mayoría, pero no todas.

Después de un montón de pruebas llegué a la conclusión de que la cosa dependía de la dimensión en píxeles de la imagen y que la tele no sabía mostrar una imagen que tuviera un ancho superior a un valor en horizontal y otro en vertical, valor que no se cual es pues no tuve la paciencia de determinarlo.

Lo que hice al final fue pedirle a Photoshop en la conversión TIFF a JPG que ajustara la imagen a un valor máximo en horizontal y otro en vertical. Con esa condición conserva la relación de aspecto pero nunca pasa del límite fijado en horizontal ni en vertical.

Los límites que puse fueron tres: ninguno (salvo algún pequeño recorte de borde), 8K (7680×4320) y 4K (3840×2160)

Así pues tenía un juego de las mismas imágenes en tres tamaños: el original con 100 Mpixels, el reducido a 8K con 33 Mpixels y el reducido a 4K con 8 Mpixels. La tele es de 4K, con lo que las tres imágenes deberían verse exactamente igual, ¿no?

Pues bien, no es así: en los tres casos las imágenes se ven muy bien, pero esa textura mágica, esa consistencia y solidez es mayor en las imágenes 8K que en las 4K, y es mayor en las originales que en 8K, aunque la diferencia es mínima.

Ya dije que algunas en tamaño original si se ven y por eso pude apreciar las diferencias. A 8K y 4K se ven todas.

Es como si el enanito que hay dentro de la tele o el monitor fuera capaz de fabricar una imagen (4K para la tele o Full HD para el monitor) mejor cuanta más información tiene el original.

Parece de locos, ¿verdad?, pues así es, o al menos a mi me lo parece, que para el caso viene a ser lo mismo.

Moraleja:

Por lo tanto para ver fotos por la tele las reduciré a tamaño 8K y así se ven de maravilla.

¿Ha tenido alguno de vosotros alguna experiencia mística como esta? ¿Debo declarar la CPU que tengo entre medio de las orejas en siniestro total y buscarme un plan renove?

En episodios anteriores:

La infidelidad me sienta bien, muy bien – Segundas impresiones con la Fuji GFX 100S y el GF 32/64 F4 R LM WR: el ponente sigo siendo yo.

adolfo

Un comentario

  1. Bueno, tan, tan…no tanto:
    Aproximadamente (a groso) una 30×40 de un medio formato es X6,5. Mientras que de un 24×36, es X11. Ahí la primera diferencia.
    La otra (que también he notado yo con mi vieja hassel), es la calidad del 80mm. Es que el Planar cubre el formato medio pero su resolución esta casi (y sin casi), a la altura de los 50tas de su época. De ahí el «efecto trapo», que también he notado.
    Un amigo, el me la vendió, me decía: tuve una Mamiya y, la vendí. El «picado de la hassel con el 80 es único».
    Tele: Yo tengo una de 55″ 4k. He notado que cuando se le mandan archivos buenos en 8k, interpola, re mustrea (lo que sea) y lo hace muy bien.

    Pienso que es bueno no olvidar que, los JPEG incluso a calidad máxima tienen perdida y la tienen por la gama tonal, en teoría partes que el ojo humano no puede apreciar.
    No soy un experto, comento apreciaciones, seguro que alguien podría explicarlo mejor, con mas cátedra.

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