No me digáis que no he captado vuestra atención con el brillante titular que me acabo de inventar.
Pues bien, después de leer en diagonal el artículo que os ofrezco sigo sin saber que es, quien es, o que demonios hace un Sundar Pichai, pero la reflexión que hace me parece interesante.
Ver desplomarse a inmensos gigantes que actúan como absolutos déspotas me produce siempre un enorme placer solo disminuido porque cualquier gigante caído es reemplazado inmediatamente por otro más grande y más malo.