
El sorpresón de Thom
Madre del Amor Hermoso, que envidia me dan esos señores mayores como yo que envejecen mejor que yo y que son incluso capaces de utilizar sus neuronas para hacer cosas que hacían en su juventud.
Yo recuerdo que en su día fui capaz de programar en assembler y antes aún era capaz de resolver alguna derivada o integral, e incluso de calcular alguna serie de Fourier. Ahora me cuesta sumar con los dedos. Jo, tu, que envidia.
Pues bien, nuestro superegurú supernikonista trabajó durante mucho tiempo en cosas de software y ahora le ha picado el gusanillo y se ha empeñado en entender cómo funciona el procesador de la Nikon serias y ha conseguido hablar con él y de viva voz. Toma ya resurrección tipo Ave Fenix.
Chapeau por Thom, si señor. No te lo pierdas.
Hey Nikki… 😉
Pues, a 2 de Abril, sigue siendo un concepto interesante. En determinadas circunstancias, poder interactuar con la cámara mediante comandos de voz podría ser útil…
…salvo que, durante las próximas olimpiadas, por ejemplo, junto al pelotón de la prensa, algun toll se ponga a gritar comandos a ver qué pasa.