Vale, lo confieso, esto es un AUR, pero es muy interesante y va de perlas para un sábado de dolor donde no hay mucho más que contar.
- Puedo prometer y prometo que si yo fuera el que fabricara nuestros preciados cristalitos los cobraría 100 veces más caro de lo que nos los cobran.
- Puedo jurar y juro que si alguien me atribuye las palabras anteriores le diré a todo el mundo que eso es falso y que yo jamás diría algo así.
Así se fabrican los objetivos de Sigma: una visita a su fábrica en Japón