Evidentemente este es un artículo de opinión, un ensayo. Y como cualquier opinión es opinable, debatible, comentable y execrable (si es política).
Pues bien, yo no voy a aportar nada a la cuestión, pero si que os voy a decir que ahora que empiezo a hacer fotos con la Fuji GFX 100S estoy teniendo las mismas sensaciones que tuve cuando me compré la Hassel y pasé del 35mm al 6×6, y son sensaciones de lo más agradable.
¿Cómo he podido yo aguantar tantos años sin el pseudo formato medio digital?
Lo que si confieso, aunque sea una especia de traición a la pureza, es que no me veo volviendo a utilizar película química, por muy glamurosa que sea su estética, liturgia, proceso y hasta incluso el olor.
Why I Shoot Medium Format Film
Back in the day, 35mm film was called “miniature” format; its itty bitty negatives were considered only good for snapshots and maybe street photography (sorry, Leica shooter Henri Cartier-Bresson). Serious photography—landscape, portraiture, documentary, commercial—was dominated by medium format film, a platform that produced images with fine detail and luscious tonality, even when blown up to make billboard-size prints.
Por qué disparo películas de formato medio
En el pasado, la película de 35 mm se llamaba formato “miniatura”; sus diminutos negativos se consideraban buenos solo para instantáneas y tal vez fotografía callejera (lo siento, tirador de Leica Henri Cartier-Bresson). La fotografía seria (paisaje, retrato, documental, comercial) estaba dominada por el cine de formato medio, una plataforma que producía imágenes con detalles finos y tonalidades deliciosas, incluso cuando se ampliaban para crear impresiones del tamaño de una valla publicitaria.