En un peligrosísimo artículo con malvados matices en contra de la estrategia de mercado vigente el bueno de nuestro antiguo supergurú supernikonista super Thom Hogan, transmutado ahora en filósofo de guardia, se plantea el absurdo dilema de reparar, reemplazar o actualizar.
Esto puede crear un precedente peligrosísimo. El “neitmotiv” de nuestro mundo es que si a tu obsoleta DSLR de hace pocos años se le cuela una mota de polvo en la pantalla LCD superior no debes dudar ni un solo instante en tirarla a la basura y agenciarte con urgencia una TopTen como la Nikon Z8 o la Sony A1 ó A9 III, aunque yo te aconsejo que vayas de cabeza a por una GFX 100S II.
Cualquier otra cosa sería improcedente y la policía de la moral fotográfica iría a por ti. Tenlo por seguro.
Además, los Servicios Técnicos, ya se encargan de mantener una política disuasoria:
Buenos días: 500 €
Que desea: 500 €
¿Presupuesto?: 500 €
Piezas mínimas: 1.000 €
Trabajo: 1.000 €
IVA: 21%
La voluntad: 33%
Se capta la idea, ¿no?