– alegoría –
Esta breve reflexión sacada del Blog YouTube de Casanovafoto me ha hecho pensar unos segundos, hasta que mi segunda neurona se ha sobrecalentado y se ha desconectado por seguridad, En total han sido 3,1416 segundos de profunda reflexión en la que he llegado a estas conclusiones:
A mí lo que me motiva para hacer fotos es el entorno. Reconozco de entrada que soy una anomalía, una singularidad mayor incluso que el BigBang, pero:
- Yo vivo, más bien sobrevivo, en Barcelona. Pues bien, Barcelona no me motiva en absoluto. Salgo muy poco y es rarísimo que lo haga acompañado de una cámara y mira que mi ciudad tiene cosas que fotografiar, ¿eh?, pues nada. No hay manera.
Si un día me pierdo por Barcelona no busquéis a un tío con una cámara, porque ese no soy yo.
- Sin embargo en mis queridas montañas me pasa justamente lo contrario. A pesar de que conozco cada piedra y cada árbol de estos valles no paro en casa ni un momento y siempre que salgo lo hago acompañado de al menos una cámara, y si voy en coche varias.
Si un día me pierdo por las montañas no busquéis a un tío sin cámara y trípode, perderéis el tiempo.
Oye, si os apetece opinar, adelante, y si no, pues tan amigos.
Barcelona sería más fotogénica si dispusiera espacios vacíos alrededor de sus obras singulares.
Demasiado junto todo a todas las cosas.
Muchas ciudades europeas son fotogénicas precisamente por eso, por el distanciamiento que permiten. (Y porque les gusta ser así)
Puede ser también, que Barcelona no sea tan grande, llegan dos cruceros llenos de americanos y zas, calles abarrotadas. (Otra vez el espacio como bien necesario)
A mi lo único q me hace dejar de hacer fotos es croquetamente no tener escolta, especialmente en zonas con jovenlandeses y hombrelandeses
Debe haber una norma no escrita que desmotiva hacer fotos en tu ciudad. Yo las hice al principio de llegar pensando en que me iba a marchar. Una vez me consideré ciudadano estable no he vuelto ha hacer una foto.