La simpática Marmota el día de la multa.
Efectivamente, nuestro chicarrón del norte se va de safari con una profesional, la Sra.Marisa Martínez quien le instruye en la delicada tarea de la caza de simpáticos bichitos.
El tinglado se desmonta un poquito, solo un poquito, cuando nos enteramos que todo es un publirreportaje.
Un día me calzaré el EF 70-200F4 en la 5D4 (no tengo más) e iré a la caza de marmotas en mis queridas montañas. Ya lo probé hace años, pero lo único que cacé fue una multa de tráfico por aparcamiento indebido. La Guardia Civil (presuntamente de montaña: el GREIM) se pasea por las pistas forestales de mis queridas montañas siempre velando por la seguridad del personal. Yo quedé muy tocado. Era temporada baja, no había ni un alma, y me aparqué en un saliente de la pista donde no dificultaba la circulación y no molestaba a nadie. Yo, con mi mujer, estábamos detrás de una loma a unos 200m de distancia y quedé muy tocado por la broma. Es entrañable saber que el Emérito Cuerpo siempre está velando por los intereses del ciudadano.
Ni que decir tiene que la multa la tengo enmarcada en un cuadro y colgada en mi despacho junto al de mi Amo/a y Señor/a, que hoy es Elma Saiz Delgado a quien no tengo el gusto de conocer.
En el Zoo de Barcelona también se ven bichos… de mirada triste. (Es verdad)
No todos enjaulados.
Dios salve a los Zoos, donde los animales están a salvo de balas perdidas, molinos de viento, capa-gatos y deliciosas ratas, dopadas con anticoagulantes.