Dicen los gurús de estas cosas que del 15 de julio al 15 de agosto estamos en plena canícula y es cuando las temperaturas veraniegas son más elevadas amenazando claramente la vida humana.
Si a esa verdad añadimos la otra verdad de que las WEB’s de nuestro ramo cada vez están más de capa caída nos encontramos con el singular fenómeno de que los correveidile como yo (que dudo que haya alguno más en todo el mundo, nadie puede ser tan tonto) no encontramos nada para contaros y eso, al menos a mí, me sume en una impotencia melancólica que no se la deseo a nadie.
Está claro que todo el mundo está en la playa disfrutando del mar y de los chiringuitos.
Qué le vamos a hacer.
Este Domingo (21), en Pontevedra, 25 grados de máxima. Lo certifico, con sol. La Santa de mi Doctora me ha prohibido la ruta del marisco. Pero un ligero tapeo sí que hice…