Copa America Barcelona 2024
Ayer vi por la tele (BTV – Barcelona Televisión, la local de Barcelona) un par de regatas de la Copa America, perdón, de la Louis Vuitton Copa América.
Como le pasa a cualquier mortal con cualquier competición de vela, no se entiende nada. Pero como compiten solo un barco contra otro y la grafía superpuesta que ponen en la tele es muy clara, al final acabas entendiéndole.
Realmente estos barquitos son la mar de curiosos, y sin duda un prodigio de diseño y aerodinámico que bien puede rivalizar con la Formula 1. No sé si los habéis visto pero son barcos a vela voladores. Tienen solo el timón en la popa, y dos patines mucho más grandes a los lados. Lo normal es que de estos solo uno toque el agua, el otro va replegado y se usa uno u otro en función de las condiciones del viento y de la dirección de este sobre la inmensa vela. Así pues son barcos voladores que se deslizan sobre dos patines, a veces tres.
Supongo que la velocidad que pueden alcanzar depende de la fuerza del viento, pero en la regata que vi ayer uno consiguió deslizarse a 45 Knots/h = 83 Km/h, que sobre el mar no está nada mal. Dice la literatura que pueden superar los 100 Km/h y alguna vez los 120 Km/h.
Dentro van creo que 4 tripulantes en línea a cada lado. Van equipados como pilotos de combate y apenas sobresalen los cascos del carenado. Los dos primeros cuidan del timón, los dos segundos de la vela y su orientación, y los cuatro restantes van agachados y pedalean como cosacos sobre una especie de bicicletas. Imagino que dentro llevan un HAL 9000 de última generación que controla miles de parámetros para conseguir siempre la máxima velocidad.
La zona de regatas es un rectángulo bastante grande pero no monstruoso con boyas en los extremos para girar, cosa que hacen maniobrando y metiendo el 2º patín grande en el agua.
La fuerza motriz proviene de dos velas inmensas, una trapezoidal enorme y la otra triangular delante. Me parece que la vela es igual en todos los barcos, como si todos los motores en la carrera deban ser iguales. Sería lógico. Además los cuatro tripulantes traseros van sobre una especie de bicicletas que al parecer también generan potencia motriz, pero no se como ni para qué.
Y aquí viene lo que a mi sesera calenturienta se me ocurrió mientras lo veía.
¿Qué pasaría si a uno de esos barquitos se les acopla detrás los motores de una planeadora de las que transportan droga? Coño, igual llegan a más de 200Km/h y entonces no hay quien los pueda cazar como no sea a cañonazos, cosa no desdeñable.
Hete aquí mi idea que, naturalmente, acabo de registrar en la oficina de patentes de Tarifa a ver si me gano algún dinerillo con el copyright.
Si, ha bajado la temperatura un poco, pero ha subido mucho la humedad, y “aquí no hay quien viva”. Este tipo de artículos es uno de los efectos secundarios.
