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El CD y el vinilo, interacción y propuesta: estas son las batallitas de un audiófilo frustrado al borde del pinganillo.

– el milagro de la aguja y el surco –

El artículo anterior me ha hecho reflexionar sobre un tema que hace trillones de años tortura a mi segunda neurona.

¿Qué pasa con el resurgimiento del vinilo?: ¿nostalgia, calidad, naturalidad, esnobismo?

¿Que hace que la gente prefiera el vinilo? Pues de los tiempos en que yo era audiófilo puedo asegurar no que el vinilo se oyera mejor, pero si que se oía distinto: más natural, más real. Eso si, debía ser un disco exquisitamente bien grabado, con una buena prensada y matriz de primera generación, y naturalmente con un equipo de campanillas y solo las primeras veces que la aguja arañaba el surco.

A este respecto la grabación en un CD tiene una importancia capital en la calidad auditiva de la escucha y el 95% de los CD’s comerciales tiene una calidad mediocre, pero mediocre buscada y querida.

Intentaré explicarme.

Hete aquí un par de “histogramas” musicales. Los acabo de sacar con Nero WaveEditor de un par de CD’s de casa.

El primero corresponde a una grabación audiófila: un CD que se llama “Jazz at the Pawnshop” y el corte es la canción “High Life”. El «histograma» del vinilo no lo tengo, pero hubiera salido muy parecido.

Grabación audiófila: High Life Jazz at the Pawnshop

El segundo corresponde a una grabación comercial: un CD que se llama “Ofrenda” y es de Pedro Guerra. La canción se llama también Ofrenda.

Grabación comercial: Ofrenda Pedro Guerra

La música es totalmente diferente, pero ¿notáis además alguna diferencia?

En High Life la dinámica está conservada. Lo que tiene que sonar fuerte suena fuerte y lo que tiene que sonar débil suena débil. En un amplificador que tuviera un volumen de 0 a 10 habría que situarlo en 6 para escucharlo correctamente. Suena natural y da sensación de calidez. Tengo igualmente el mismo disco en vinilo y en mi tiempo, cuando aún tenía oído y un “tocadiscos” operativo, hice comparaciones auditivas de ambas grabaciones. Por poco, pero el vinilo sonaba mejor.

“Jazz at the Pawnshop apuntando a High Life”

En Ofrenda la dinámica ha desaparecido. Todo está al máximo y comprimido a los valores justo por debajo de la distorsión. La música se escucha bien, pero tremendamente fuerte (pero sin distorsión) y se ha perdido cualquier sensación de naturalidad y de imagen de sala. Suena como un “cassete de gasolinera”, ideal para escucharla en un radiocassete sourround de esos que aparecen en las película americanas del Bronx. En el mismo amplificador anterior el volumen no debería pasar de 2 a 3.

“Ofrenda”

¿Quiere ello decir que los sellos grabadores graban más ex profeso? No lo sabría decir, pero lo parece.

Si tenéis oreja y os apetece, jugad con ello, es divertidísimo.

Fdo.

Adolfo, un audiófilo frustrado al borde del pinganillo.

  • Nota: ahora que el CD ha muerto y todo es streaming no se como irá la cosa, pero me temo lo peor.
  • Otra nota: no somos nada, y menos en calzoncillos

Inquietos, razón aquí: ¿lo mejor de ambos mundos?

El lector láser de discos de vinilo

adolfo

5 comentarios

  1. Ostras lo del lector laser de vinilos me ha dejao con el culo torcio y mira q soy audiofilo, de hecho dj de la vieja escuela.
    Por suerte o desgracia para nosotros la dinámica murió cuando se decidió por la carrera por los Watts ( como en la fotografía con los mega pixeles), al usar ese reclamo comercial de masas y visto que equipos buenos eran muy caros muchos productores y masterizadores desde entonces se han dedicado a hacer música para la masa bruta, embruteciendo la música con tanta compresión para que todo de sensacion de más Watts
    Se ve en CDs, se ve en lo digital sobre todo pero también lo he vivido con cassettes que conservo y algunos vinilos.
    Y eso hablando solo del tema de rango dinámico auditivo, si nos ponemos ya exquisitos te coges un RTA como el programilla friture o le pasas análisis de espectro con audacity y te darás cuenta cómo ha cambiado también la ecualización y la dominante en las décadas.
    Yo por ejemplo que últimamente me ha dado por coleccionar por música electro / freestyle cantada de los 80 se ve una música más rica (también la mayoría se prensaba en vinilo) con las dominantes más repartidas entre sobretodo vocales de 1 a 2 kHz , luego percusiones y voces masculinas rondando de 160 a 350hz y lo más importante para mí además de las voces, la escena estéreo, unos agudos bien separados, no hay nada amontonado y sobrecargado en temas antiguos, y salgo versión sacada en CD que ciertamente variaba solo en la compresión por lo demás era música con clase.
    Desde sobre todo finales de los 90 se ha ido cada vez más dejando una sola dominante que tiende ya al absurdo rondando los 50 hz y saturando todo el espectro sin dar sentido a la música.

    En fin no me enrollo más, salud y saludos

  2. Un apunte Adolfo, lo que muestras no son histogramas sino oscilogramas. El eje X es el tiempo y el Y la amplitud del sonido, representan cómo varía la forma de onda en el tiempo. Un histograma sería aquel que mostrase en el eje X la amplitud del sonido (alcanzaría valores tanto positivos como negativos) y en el eje Y la frecuencia de aparición de cada amplitud (no confundir con espectrograma, que en el eje X también tiene el tiempo pero en el Y muestra el espectro pseudo-instantáneo del sonido).

    Me pongo a pensar ahora y la verdad nunca he visto un histograma de audio, así que pese a ser trivial obtenerlo no debe ser algo demasiado útil.

    Sobre la forma del oscilograma «moderno», no es que esté pensado para sonar fuerte; sonará tan fuerte o flojo como rosca le des a tu amplificador. La fuerte compresión que lleva aplicada lo que busca es reducir el rango dinámico de la grabación y que ésta se pueda escuchar mejor en situaciones desfavorables (cuando el equipo es una castaña como un móvil, o el entorno impone un umbral de ruido alto como un coche). El precio a pagar es que la grabación sonará peor en situaciones favorables (buen equipo con buena acústica,…).

    Salu2!

    • Contesto con esto a Guillermo y a J.Ros:

      Acepto el tirón de orejas Guillermo, pero lo de histograma era una licencia poética, que hasta ahí si llego.

      Entiendo que los CD’s comerciales estén comprimidos hacia arriba todo lo que se pueda para que se oigan bien en todo tipo de ambientes y con todo tipo de equipos, pero entonces reivindico que todos los CD’s tengan dos versiones: la cañera y la Hi-Fi, y cada cual escoja la que mejor se adecue a sus gustos. Por ejemplo, de Pedro Guerra tengo su primer disco (Golosinas, cuando aún era poco conocido) y está grabado en plan Hi-Fi, es de lo más agradable. A partir del segundo ya todos son cañeros, y es una pena porque se pierde mucho. Eso si, en el coche se escuchan perfectamente. Como dijo un gran sabio, es lo que hay.

      En cuanto a la digitalización yo también en su día digitalicé unos cuantos vinilos, pero solo como recuerdo. Sobre todo eran discos de mi mujer, de cuando era jovencita. Eran discos bastante estropeados y me costó la aguja que murió en el proceso. De muchos de los otros vinilos que me gustaban intenté encontrar la versión en CD, así la digitalización la hacían otros y con mejor fuente y equipo. Encontré muchos, otros no. Puedo vivir así. Mi época de audiófilo ya pasó, aunque como dices con unos buenos auriculares aún disfruto.

      Un abrazo para los dos.
      Mucha salud

  3. Me sumo a lo comentado por el Sr. Luijk, ocurre que las dos grabaciones están pensadas para ambientes distintos.

    Por un lado, la primera, para ser escuchada en casa. Con un nivel de ruido ambiental muy bajo, se puede abrir la dinámica, los sonidos suaves se oirán y disfrutarán y los fuertes no durarán tanto para ser molestos.

    La segunda esta comprimida, que no es malo, es que está pensada para ambientes ruidosos. Gente hablando, el ruido del coche, etc. De no comprimirse la dinámica, los pasajes suaves no se escucharían. Tendríamos que subir el volumen, y en los momentos de máximos, molestaría. Todo el rato subiendo y bajando el volumen.

    Sobre la superioridad del vinilo… unas particularidades. El sonido es mejor con una buena grabación, que hay de todo. Las malas grabaciones también existen. Y luego está el hardware. El plato de calidad, la aguja lo mismo. Y la compresión. Si, el sonido del vinilo también lleva compresión, es pura física, está modulado por amplitud, si el vinilo no se comprime, las pistas tendrían que ser más anchas para que en los momentos fuertes no machaque la pista contigua, y entonces no entrarían todas las canciones en un sólo disco.

    Pero… dicen que el vinilo tiene un número max. de reproducciones y lo mismo pasa con la cápsula. Se gastan con las reproducciones. Pierden cualidades con el uso. Dicen.

    Recientemente adquirí una Denon DL-110, un iFi Zen Phono 3 de pre. y una Steinberg UR22C como digitalizadora. Me lo estoy digitalizando todo. Me gustan mis vinilos, pero no quiero que envejezcan. Yo tampoco quiero envejecer. Pero lo que se puede evitar, se evita.
    La capsula Denon tiene una aguja extremadamente fina (la he visto con el microscopio), se introduce hasta el fondo del surco, de 20Hz a 45KHz, yo no llego a tanto, pero los agudos, me los ha rescatado todos. Muy recomendable.

    Y para cuando a mis oídos de artillero les falle algún componente, pues a usar cascos auriculares, que los venden muy buenos. Y mis vecinos se ahorraran escuchar mi música. Todos ganaremos.

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