Hay a quien la solo mención del modelo N-1 le produce sarpullido y el N-2 un paro cardiorespiratorio, pero igual estamos todos equivocados.
En este artículo ensayo metafísicopoyetico el bueno de Thom nos hace reflexionar sobre el asunto y transmite subliminalmente el mensaje preguntón de que pasaría si dejamos pasar el hiperveloz tren de la tecnología para que se estrelle a gusto en la primera curva y tengan que recogerlo con pala y escoba.
Hala, ya tenéis como para abandonar las reflexiones sobre las comidas de trabajo de todos nuestros líderes, representantes y asalariados nuestros y dedicaros a pensar cual serían los efectos colaterales sobre vuestra salud mental y física si se os ocurre la peregrina idea de agenciaros una Sony Alfa 7 III, una Nikon Z7 II, una Canon R6, o incluso una Fuji GFX 100 S.
Hala, a meditar.
Tiene toda la lógica en el paisaje o arquitectura, donde el sujeto es estático.
Mi opinión es que los «pro» de hoy, que ya no están a nómina, necesitan captar las gotitas de sudor que saltan en un golpe de boxeo, en un salto de pértiga o la pose molona de oso asturiano, y no una vez, lo necesitan siempre. No todas las cámara sirven.
Dura batalla. Y cara.