A mí me hubiera hecho mucha ilusión, pero me queda muy lejos y ahora mucho más. Pero igual vosotros encontráis en Wallapod una tarjeta de embarque de segunda mano low cost de Ryanair de pie atado a la puerta del lavabo y sin derecho a nada y tal vez os apetezca acercaros a ver si es verdad que es por allí por donde sale el sol cada mañana.
The Landscape Photographer’s Guide to Japan
The images of Japan that spring to mind are of the bustling, neon-splashed streets of Tokyo—towering walls of steel and glass, teeming pedestrians dodging traffic. But the Land of the Rising Sun also harbors visions of natural beauty that stretch the eye to the horizon and tug at the soul.
La guía del fotógrafo de paisajes de Japón
Las imágenes de Japón que me vienen a la mente son las bulliciosas calles de Tokio salpicadas de luces de neón: imponentes muros de acero y vidrio, numerosos peatones esquivando el tráfico. Pero la Tierra del Sol Naciente también alberga visiones de belleza natural que extienden la vista hasta el horizonte y tiran del alma.
Japón está de moda. Tal vez por lo barato del yen en estos momentos. Millones de turistas lo visitan cada año y yo tuve la suerte de ir 20 días, hará un par de meses. No sabía qué equipo llevarme y, al final cargué con una Sony A7 III, un 24-105 mm f4 y un 35 mm f1.8.
Lo complicado es encontrar las típicas estampas sin gente por medio. El turismo es abrumador.
Al final me traje un par de tarjetas llenas de fotos y creo que la gran mayoría son de «paisaje humano».
Por ejemplo: había que hacer un montón de horas para llegar a una localidad desde la que podías coger un barco, un teleférico y largas colas de turistas para ver el monte Fuji. Finalmente decidí quedarme a callejear por Tokio. Después de todo, ya tengo un volcán igual de hermoso en mi isla, que mide lo mismo y lo veo todo el año.
El viaje fue algo agotador: Osaka, Hiroshima, Mijajima, Nara, Kyoto, Kanazawa, Takayama, Tokio… pero valió mucho la pena.
Billetes de avión ida y vuelta por poco más de 500€ desde Madrid. Lo más caro: el alojamiento, evidentemente.
Y hasta me pude traer un parasol original para mi Sony 20mm f1.8, el cual se me había roto tras sufrir una caída de la cámara desde el maletero del coche. Y menos mal que el parasol protegió al objetivo del golpe contra el suelo.
Japón: naturaleza preciosa y bosques cambiando de color en otoño (momiji). 125 millones de habitantes y casi 40 millones de turistas.
Me hubiera gustado ser más viajero y menos turista pero… no da tiempo a todo 😀