
Me parto de risa, ¿captáis la fina ironía?
28-1-2025:
En el capítulo anterior os prometí que no os daría más la paliza porque quien más quien menos lleva su cruz a cuesta, pero es que “el chiste” es tan gracioso que me voy a permitir este colofón prometiendo, esta vez sí, que será el último.
Intentaré ser lo más breve posible para no aburriros.
El “chiste”:
En todo este proceso había algo que me chirriaba. ¿Cómo era posible que en primavera mi mujer estuviera perfectamente bien y pudiéramos hacer senderismo por las montañas y solo unos meses después empezaran a fracturarse vertebras una detrás de otra como si fueran de cristal? ¿Cómo era posible que en pocos meses hubiéramos pasado de una vida completamente normal a una casi-paraplejia funcional sin ninguna causa externa aparente (trauma, golpe, caída, esfuerzo, etc….)?
Buscando, buscando, indagando, indagando, y preguntando a unos y a otros al final encontré otro reumatólogo que, esta vez sí, merecía toda mi confianza.
Ayer fui a verle y le expliqué todo el proceso que ya os he resumido en capítulos anteriores. El doctor fue rotundamente claro.
La degradación brutalmente rápida de la columna vertebral de mi mujer que propició las fracturas vertebrales, la cirugía y la casi paraplejia en la que está ahora fue debida a la supresión de un medicamento que estaba tomando sin prescribir ninguna medicación suplementaria que disminuya los efectos de dicha supresión. Eso ha producido una debilidad extrema en los huesos y propiciado las fracturas vertebrales y el drama que en estos momentos tenemos encima. Eso lo saben todos los reumatólogos y especialistas desde hace por lo menos 6 años.
- Así pues el nuevo reumatólogo que consulte para una segunda opinión y para valorar el tratamiento y evolución fue absolutamente rotundo y categórico. El primer reumatólogo, por olvido, por dejadez, por excesivo trabajo o lo por lo que sea, cometió una negligencia profesional flagrante y nos ha arruinado la vida y muy probablemente robado los pocos años buenos que aún nos quedaban (tanto mi mujer como yo tenemos 70 años).
- Me animó, prácticamente me pidió, me exhortó que pusiera una demanda judicial por la vía Civil pues eso me pondría en una situación mucho mejor para recibir todo tipo de ayudas de la Seguridad Social y de la Administración que muy probablemente pudiera necesitar a corto y medio plazo (silla de ruedas, plazas de parking preferentes, bonos de transporte adaptado, y cosas así)
Ni mi mujer ni yo somos personas conflictivas y mucho menos vengativas, así que nos estamos pensando si poner o no la demanda, aunque pienso que si por lo menos sirve para que eso y con este doctor no vuelva a ocurrir, quizás ya valga la pena. Al reumatólogo no le pasará nada pues todos los médicos tienen un seguro de Responsabilidad Civil para estas cosas. No busco dinero, busco que algo así no se repita.
Ya veis que cosas tiene la vida. De las montañas a la silla de ruedas en solo unos meses y sin ninguna causa externa.
El tratamiento que ahora sigue mi mujer es correcto, pero tiene una duración de dos años y es carísimo aunque estoy tratando de que entre por la Seguridad Social.
Pasados esos dos años, y después con una inyección anual de otro fármaco durante entre tres y cinco años podremos llegar a una situación digamos que normal para nuestra edad. Eso si, nunca más podrá coger nada que pese más que un sello de correos, ni hacer nada en casa. Nunca más podrá coger un autobús o un metro, y tendrá que ir por la calle siempre alerta de no tropezar o que alguien la empuje pues caerse puede ser fatal.
¿Pasearse por los senderos en nuestras queridas montañas? Pues si, pero solo si están asfaltados y planos, y siempre que no exija mucho esfuerzo y no haya que “doblarse” ni “estirarse” para nada. No hay senderos así. ¿Ir en cochecito por las pistas para llegar a sitios guapos? Pues no, los baches del camino son letales para ella. Como veis, una verdadera delicia para todo lo que nos queda de vida. Menudo chiste, ¿verdad?
Es posible que en los próximos días, semanas, meses, años mis breves comentarios en el Blog sean más vitriólicos de la habitual. Pido perdón de antemano por ello, pero espero que me comprendáis.
Aprovechad cada segundo que tengáis. Nunca se sabe cuando el cielo caerá sobre ti.
Nota del editor:
Todo lo que os he contado es verdad pero la aproximación a esta “nueva y anómala normalidad” es asintótica. Dentro de un año mi mujer ya tendrá el 90% de las “prestaciones” que conseguirá al final del proceso dentro de cinco años.

– alegoría –
19-1-2025:
Ya tenemos sentencia, bueno, más o menos: y ya está, ya no os daré más la paliza.
Después de mi visita con el especialista reumatólogo ya tenemos sentencia. Mi mujer tiene una densidad osea razonable para su edad y la fijación de calcio es más o menos normal, pero tiene mala calidad de hueso. Para eso la solución es tomar una hormona que se llama “teriparatida” y que sirve para la creación de tejido óseo nuevo y de mayor calidad.
El tratamiento consiste en inyecciones diarias subcutáneas (como las de insulina) que yo le pongo cada noche. Con ello, si todo va bien, en 6 meses habrá pasado el peligro de nuevas roturas y en un año tendrá una calidad de hueso casi normal para su edad. El tratamiento puede prolongarse hasta 2 años.
El medicamento es carísimo, pero al menos parece que lo cubre la Seguridad Social. Mañana entregaré los papeles porque el tratamiento lo ha prescrito el reumatólogo de nuestra Mutua médica. El tratamiento completo cuesta como una Sony Alfa 9 III.
- Ante este panorama un optimista diría que, si todo va bien, dentro de medio año es posible que podamos quitar el corsé y salir a la calle a tomar el aire y que dentro de un año podremos hacer vida más o menos normal aunque con precauciones y sin ningún exceso ni esfuerzo.
- Ante este panorama un pesimista diría que se nos ha acabado la vida tal como la conocemos, que si todo va bien, mi mujer quedará como un jarrón chino de la dinastía Ming, que podrá andar con la calle, quien sabe si aún con corsé ortopédico, mirando que nadie le dé un golpe y sin tropezar, que se acabó pasearse por nuestras queridas montañas, y mucho menos dentro del Suzuki Vitara del 2000 que tengo allí para ir por las pistas en busca de paisajes bonitos que fotografiar.
Una pista: yo nunca he sido la alegría de la huerta.
Reflexión filosófica:
Desde que me prejubilaron nos hemos pasado (más o menos) cuidando a nuestros 4 abuelos los últimos 19 años. Ahora que ya no están hemos estado libre una primavera, la del 2024, y pasamos en Benasque los dos meses más felices de nuestra vida. En otoño las cosas empezaron a torcerse y ahora estamos así.
Seguramente hemos sido (he sido) muy malos, y esto es lo que merecemos.
¿Como afrontaremos el futuro? Solo Dios lo sabe, pero como Él y yo estamos peleaos no me dice nada.
Así están las cosas. Amén.
Adolfo, 19-1-2025
PD: no hace falta que comentéis nada. Ya me lo habéis dicho todo y agradezco sinceramente vuestas palabras y deseos de ánimo, de verdad de la buena.

Seguramente nos lo merecemos. Pero no se por qué
13-1-2025:
Ahora ya no soy capaz de disimular nada. No se como vamos a frontar lo que nos ha caído encima.
Los galos de Asterix solo temían una cosa en el mundo, que el cielo se les cayera encima. Pues bien, mi mujer y yo nos sentimos ahora mismo como Asterix en medio de su aldea gala y aplastado por el cielo que justamente se nos ha caído encima.
Escribo esto aún en caliente cuando acabamos de llegar de una visita con el neurocirujano con nuevas pruebas.
Resulta que mi mujer está rompiendo las vertebras una a una y en serie. Ya no hay solución quirúrgica posible y la única posibilidad es hacer meses, meses y meses de reposo absoluto y mientras cambiar o reforzar la medicación que toma para la osteoporosis para que el cuerpo fije más calcio en los huesos y los refuerce todo lo posible.
Eso quiere decir que el mayor trabajo que podrá hacer mi mujer no sabemos por cuanto tiempo, quizás para siempre, es leer un libro, siempre que este esté apoyado en un atril. Con suerte, dentro de Dios sabe qué tiempo, podrá hasta coger el libro con la mano. El resto de faenas domésticas, ya sea dentro o fuera de casa, incluyendo acompañarla a hacer sus necesidades y asearla adecuadamente recaen sobre mí.
Os pido que recéis a ese Dios en el que yo no creo para que al menos mantenga controlada mi Fibrilación Auricular paroxística, pues si me da a mí un telele no sé lo que nos puede pasar a los dos.
Vale, no se trata de un cáncer y de una sentencia de muerte inmediata, pero si lo pensáis bien se parece bastante.
Por cierto, ¿os interesa a alguno un apartamento de unos 65m2 en Benasque? Es modesto y con muebles sencillos, pero está muy bien cuidado y totalmente equipado incluso para entra a vivir. Las montañas no serán para nosotros más que un bonito recuerdo.
Ostras, nos hemos pasado los últimos 20 años cuidando a nuestros cuatro mayores y en enero del 2024, aunque suene mal decirlo, quedamos libres. Tuvimos una primavera magnífica en el Valle de Benasque, y si, por primera vez, sin tener que mirar atrás. En otoño de este mismo año empezaron los problemas serios de espalda de mi mujer y al final hemos acabado así. Hemos tenido solo dos meses de libertad desde que me prejubilaron.
Lo sé, soy un egoísta al quejarme. Hay mucha gente que está peor, mucho peor, muchísimo peor, pero en estos momentos y recién llegado del médico con las “buenas nuevas” decir que estoy destrozado, hundido, y solo con ganas de echarme a dormir y no despertarme nunca es quedarse muy corto.
Pues eso. Así están las cosas.
¿Y el Blog qué? ¿Qué Blog? ¿De qué me está Vd. hablando.
Si, algo muy malo debemos haber hecho para haber merecido una condena así.
Como decía un buen periodista: buenas noches y buena suerte.
Adolfo, 13-1-2025

El maldito Murphy que nos vigila desde el cielo.
12-1-2025:
Creo que lo disimulo razonablemente bien, pero…………………………
Pues eso, creo que a pesar de las circunstancias lo disimulo razonablemente bien dándole vidilla al Blog y dedicándole el tiempo que puedo, aunque los artículos sean mucho más cortos y menos ocurrentes, pero la cosa no va bien, no va nada bien.
El post operatorio de mi mujer, con corsé incluido, iba razonablemente bien hasta que un día y de forma espontánea la cosa se torció y el dolor volvió. Cada día que pasaba dolía más hasta que volvimos al neurocirujano. Este la miró y dijo que era muy posible que hubiera una nueva fractura, que ya sería la cuarta vertebra.
Que tres fracturas vertebrales se produzcan de sopetón sin ningún trauma externo es extremadamente raro, pero que en un postoperatorio y con corsé inmovilizador y toda la precaución del mundo se produzca una cuarta ya es de libro Guinness.
Alguien desde el Cielo (o el Infierno) nos ha señalado con el dedo.
Mañana tenemos una resonancia de urgencia y luego visita con el neuro a ver que sale y que podemos hacer.
No os podéis imaginar el “ambientillo” que tenemos en casa: mi mujer hecha polvo sin poder hacer absolutamente nada y yo que no puedo más.
Ya iré contando.
¿Las montañas?, allí están y quien sabe si podremos volver algún día.
Un día, charlando con un veterinario le comenté que su gremio no tiene tanta responsabilidad como los médicos, que tratan con personas.
Su respuesta fué un total desacuerdo. «Si un médico se equivoca y un vejete palma, sus familiares, sus herederos al fin, hasta se alegran. «Dejó de sufrir». Si me equivoco yo y palma un caballo, su propietario me corta en rodajas».
¡A buscar abogado especializado en negligencias médicas! Que los hay. El médico tendrá seguro. El dinero no repara, pero ayudará y no se sabe los sacrificios futuros que tendrán ustedes que hacer, como buscar mejores médicos, por ejemplo. El momento es ahora.
Por lo menos, alivio de que se descubra el porqué de tanta mala suerte. Ánimo y a buscar escudero peleón, digo abogado.
Puf, conozco algún caso de olvido parecido, las consecuencias fatales. Que irresponsabilidad.
Pues vaya Adolfo, al final los médicos son como los mecánicos, si encuentras a uno bueno te salva el coche pero si es malo te lo deja peor.
Ante lo dicho, búscate un picapleitos peleón que los hay y como según lo dicho por el segundo matasanos el error del primero fue de libro seguro que éste verá carnaza, vamos, donde ganar pasta y se tirará a la yugular del cutretrauma. Con paciencia y una inyección de fondos inicial pues como se dice ahora, irá palante!!!!
No te voy a recomendar paciencia, que ya se que vas sobrado y si en un tiempo tu mujer vuelve a su estado inicial y recupera movilidad, aún os quedan largos años de disfrute en común.
Un fuerte abrazo y lo dicho, dale caña, que no vuelva a ocurrirle a nadie lo que a vosotros y «palante».
Solo desearos suerte y una recuperación que se prevee larga pero con esperanza.
He vivido situaciones similares con mis padres ya mayores y comprendo muy bien lo que se siente. Ahora que ya sabéis la causa espero que vuestra situación mejore. Cuidaros mucho.
Si no me equivoco, Sr. Adolfo, lo que usted y su esposa tienen no es una Mutua sino una compañía de Seguro de Salud Privado (de pago), aparte de la Seguridad Social y, además, me atrevo a decir que bien pudiera ser Adeslas (ahora SegurCaixaAdeslas) por aquello de ser originaria de esa comunidad autónoma que les vio a ustedes nacer, u otra compañía diferente como Asisa, DKV, MapfreSalud, Sanitas, Pepitopérez, Barrigarrana, etc., etc., etc.
Las Mutuas de AT y EP son entidades sin animo de lucro creadas por los empresarios (o agrupaciones de éstos) para colaborar con la Seguridad Social (Ley 35/2014, de 26 de Diciembre y normativa concordante) en lo que se refiere a Accidentes de Trabajo, Enfermedades Profesionales, e incluso enfermedades comunes de sus empleados mientras éstos están en activo, o sea, en periodo laboral. La ley también incluye a los trabajadores por cuenta propia (autónomos).
Y como ustedes (matrimonio) son jubilados pues no pueden ser atendidos por una Mutua sino por una Compañía de las que indico al principio, a pesar de su relato de 19-01-2025: “El medicamento es carísimo, pero al menos parece que lo cubre la Seguridad Social. Mañana entregaré los papeles porque el tratamiento lo ha prescrito el reumatólogo de nuestra Mutua médica”.
Las cosas claras y el chocolate espeso. Por favor, si usted está ‘confundido’, no confunda a los miembros de la peña.
¿O me equivoco?. Errare humanum est.