Seré telegráfico para que incluso una mente vitriólicamente perturbada como la de mi enemigo sea capaz de entenderme. Es un plan de tres puntos sencillísimo de cumplir.
- Se trata de que se olvide totalmente del jaleo de la IA y sus granjas de servidores nVidia y de esa manera se ahorrará los 200 millones de dólares que pensaba gastarse en plantar arbolitos en el Amazonas.
- Con ese dinerito podría despedir a todos sus desarrolladores y contratar becarios nuevos con la única misión de enterrar en el infierno a Windows 11 y sus absurdas incompatibilidades y despojar a Windows 10 de todas sus funciones de espionaje y supervisión clandestina. El nuevo Windows 10 renovado sería no menos de 100 veces más ligero y hasta podría llamarse Windows 12 que sería compatible hasta con Windows XP.
- Seguro que hasta le sobraba dinerito para comprar una picadora de carne industrial y inmolarse en ella para convertirse en hamburguesas para perros desvalidos que es la máxima aspiración a que puede aspirar en este mundo.
No es necesario que me aclaméis por haber tenido una idea tan brillante. Es algo que tarde o temprano se le hubiera ocurrido a todos los usuarios de PC’s que miramos con estupor y angustia a octubre de ese año.
Microsoft ya ha decidido cómo compensar el gasto energético de la IA: pagando 200 millones de dólares para reforestar el Amazonas
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