Este mundo es más complejo y complicado de lo que aparenta la primera capa vista.
El módulo TPM es imprescindible, y no uno ‘enchufable’, no, el integrado en placa.
Duele hacerse obsoleto, pero lo que tiene el paso del tiempo.
En su día me planteé la incorporación de un usb encriptado como autenticacion del pc. Sin claves hackeables. Si no estaba pinchado, el pc era un ladrillo.
Tan buena idea, que todos los ordenadores lo incorporan ahora. Gracias a eso, con la huella del dedo se accede. En el futuro, no habrán claves imposibles de recordar.
Es lo que tiene la modernidad. Y sus peligros. Una inofensiva pag. web puede acceder a los sensores del teléfono, y conocer mi pulso. Y mi respiración. Ya tarjetas gráficas pueden triturar claves de 8 digitos. Y la cosa va a peor.
Alguien decide por nosotros que nuestro amado pc es chatarra obsoleta, y está vez sí que parece que por nuestro bien.
Perdón por una batallita personal:
En casa aún quedaba un equipo con W10. Lo usaba para ver películas con Kodiñ. Las películas prefiero volcarlas a un gigantesco NAS y simplemente seleccionar lo que quiero y play. Sin el enredo de cambiar discos.
Pero llegó el 4k. Las películas pesan 60Gb cada una. El viejo PC reproductor, pese a tener buena gráfica, se atraganta. Toca relevo.
Elijo procesador sencillo pero sincero, un i5 14400, grafica incorporads, pero no enchufa en la vieja placa base. Cambió la placa base, ahora la memoria gruñe. Cambió la memoria. Lo enciendo, no enciende. Toca reinstalar w10.
‘Introduce licencia’.
Mal empezamos. Microsoft ya no almacenamiento la clave en la bios, sino en su nube.
La clave no es válida.
Leo la letra pequeña » ¿Ha cambiado usted el hardware? Le diqo que si.
¿Tenía usted antes un ACER? Que se yo, era una licencia ‘económica’ de ebay. Le dije que si.
Todo arreglado. Encima, con actualización gratuita a W11.
Ahora va como un cohete. He conservado la caja, y ya no necesito la gráfica. Todo ventajas. Mastica películas de 60Gb como si nada. Decodificación por hardware.
Ventajas de los equipos de sobremesa. Son actualizables.
Son cosas de la vida. Los problemas que se arreglan con poco dinero, realmente no son problemas.
Puedo entender tu punto de vista pero a mi me encantaría poder decidir yo cuando una cosa queda obsoleta y la tengo que cambiar. Los sueldo minimistas y pensionistas tenemos un baremo muy justito sobre lo que cuesta una renovación de hardware. Y no hay que olvidar que los softwares antiguos, perfectamente operativos y funcionales, suelen entenderse mal con el software moderno. El negocio está muy bien montado. Yo tengo dos fijos y un portátil carísimo, todos incompatibles con Windows 11. ¿No te creerás de verdad que el TPM 2.0 lo ha puesto Satya Nadella por una cuestión de seguridad, no?
Y si no es el TPM es el procesador. Tengo un i7 pero no llega al estándar. Habrá que ver cuánto cuesta el mantenimiento del Win 10 que anuncian por una firma externa.
Este mundo es más complejo y complicado de lo que aparenta la primera capa vista.
El módulo TPM es imprescindible, y no uno ‘enchufable’, no, el integrado en placa.
Duele hacerse obsoleto, pero lo que tiene el paso del tiempo.
En su día me planteé la incorporación de un usb encriptado como autenticacion del pc. Sin claves hackeables. Si no estaba pinchado, el pc era un ladrillo.
Tan buena idea, que todos los ordenadores lo incorporan ahora. Gracias a eso, con la huella del dedo se accede. En el futuro, no habrán claves imposibles de recordar.
Es lo que tiene la modernidad. Y sus peligros. Una inofensiva pag. web puede acceder a los sensores del teléfono, y conocer mi pulso. Y mi respiración. Ya tarjetas gráficas pueden triturar claves de 8 digitos. Y la cosa va a peor.
Alguien decide por nosotros que nuestro amado pc es chatarra obsoleta, y está vez sí que parece que por nuestro bien.
Perdón por una batallita personal:
En casa aún quedaba un equipo con W10. Lo usaba para ver películas con Kodiñ. Las películas prefiero volcarlas a un gigantesco NAS y simplemente seleccionar lo que quiero y play. Sin el enredo de cambiar discos.
Pero llegó el 4k. Las películas pesan 60Gb cada una. El viejo PC reproductor, pese a tener buena gráfica, se atraganta. Toca relevo.
Elijo procesador sencillo pero sincero, un i5 14400, grafica incorporads, pero no enchufa en la vieja placa base. Cambió la placa base, ahora la memoria gruñe. Cambió la memoria. Lo enciendo, no enciende. Toca reinstalar w10.
‘Introduce licencia’.
Mal empezamos. Microsoft ya no almacenamiento la clave en la bios, sino en su nube.
La clave no es válida.
Leo la letra pequeña » ¿Ha cambiado usted el hardware? Le diqo que si.
¿Tenía usted antes un ACER? Que se yo, era una licencia ‘económica’ de ebay. Le dije que si.
Todo arreglado. Encima, con actualización gratuita a W11.
Ahora va como un cohete. He conservado la caja, y ya no necesito la gráfica. Todo ventajas. Mastica películas de 60Gb como si nada. Decodificación por hardware.
Ventajas de los equipos de sobremesa. Son actualizables.
Son cosas de la vida. Los problemas que se arreglan con poco dinero, realmente no son problemas.
Puedo entender tu punto de vista pero a mi me encantaría poder decidir yo cuando una cosa queda obsoleta y la tengo que cambiar. Los sueldo minimistas y pensionistas tenemos un baremo muy justito sobre lo que cuesta una renovación de hardware. Y no hay que olvidar que los softwares antiguos, perfectamente operativos y funcionales, suelen entenderse mal con el software moderno. El negocio está muy bien montado. Yo tengo dos fijos y un portátil carísimo, todos incompatibles con Windows 11. ¿No te creerás de verdad que el TPM 2.0 lo ha puesto Satya Nadella por una cuestión de seguridad, no?
Y si no es el TPM es el procesador. Tengo un i7 pero no llega al estándar. Habrá que ver cuánto cuesta el mantenimiento del Win 10 que anuncian por una firma externa.